5 razones por las que la cerámica ahorra energía

De la cerámica hemos destacado,además de su estética y diseño, su calidad. Pero ahora toca centrarse en otros valores intrínsecos al producto, como su calificativo sostenible o su contribución a la eficiencia energética. Apostar por este material es apostar por el entorno, ¿pero qué nos aporta a nosotros el uso de cerámica en nuestro hogar?

Veamos 5 razones por las qué la cerámica reduce el gasto energético, lo que a la larga también repercute en un ahorro económico para el consumidor. 

1. La cerámica es un material natural. 

Mezcla de tierra, agua y fuego,ingredientes naturales, libres de químicos tóxicos, ya que todo parte de la arcilla. En Keraben entendemos que tenemos un compromiso con nuestro planeta, el mismo que nos proporciona las materias primas con las que trabajamos.

2. Constituye un aislante natural para el hogar.

La masa térmica de los azulejos suaviza el calentamiento y enfriamiento, de modo que su instalación en el hogar aísla de las inclemencias externas y modera los cambios de temperatura. Proyectos como CoolTile (link) ola instalación de fachadas ventiladas en los edificios, potencian aún más esta cualidad, consiguiendo ahorros energéticos de hasta un 30% en viviendas.

3. La cerámica se limpia con agua, sin químicos. 

Precisamente por su resistencia, es un material que no necesita apenas cuidados. Se limpia simplemente con agua, lo que supone un ahorro de tiempo, dinero y exposición a productos químicos dañinos. De ahí su utilidad en las cocinas y piscinas.

4. Con ella, contribuyes a reducir emisiones. 

La producción de baldosas cerámicas es cada vez más sostenible. Por un lado, las fábricas suelen ubicarse cerca de las fuentes de materia prima para minimizar los desplazamientos. Por otro lado, los procesos se ajustan a los exigentes estándares europeos, que persiguen la reducción de las emisiones de gases tóxicos. El proyecto europeo Dream, del que Keraben forma parte, busca reducir el 20% de consumo energético en los hornos cerámicos.

5. La resistencia minimiza los residuos. 

Es un material muy duradero, no se deforma ni se abolla, y soporta los cambios bruscos de temperatura, la humedad y el paso del tiempo. Una vez puesta, no necesita mantenimiento, por lo que no es necesario cambiarlo a menudo. Además,en su fabricación se reutilizan todas las mermas mermas, por lo que no se producen residuos.